Jamás le había dado importancia a la sincronización, esa pequeña palabra que, en el mundo informático, tiene un significado tan peculiar. Era un conocimiento ajeno, extraño, del que no tenía la mínima noción de cómo podía afectarme a mí directamente, de cómo podía invadir mi vida cotidiana y modificar mi manera de utilizar internet.
Pues bien, tres pequeñas aplicaciones cambiaron eso para siempre. La primera es DropBox. Lo que este programa hace es casi milagroso: crea una carpeta en el disco duro de mi computadora personal y lo vincula a un espacio web privado. En una sincronización que parece instantánea, los archivos son una exacta réplica los unos de los otros. Una vez hecho este primer paso, se procede a instalar la aplicación en la otra computadora, la computadora en la que pasamos la otra parte de nuestro tiempo, de nuestra vida (la del trabajo, por ejemplo) y ahí se crea, también en el disco duro, una réplica de esa carpeta que se sincronizará con la información almacenada en la página web. Cualquier emergencia o descalabro de información se podrá resolver rápidamente gracias al respaldo en la web, también accesible desde un navegador, sin necesidad de instalar el programa.
Esto es casi milagroso. En lugar de estar pasando a una llave maya, tengo carpetas verdaderamente compartidas, comunes, accesibles a la distancia. Esto me evita no tanto el simple traspaso, como el enorme gasto de energía y esfuerzo que me toma tratar de averiguar cuál es la última versión, estar renombrando los documentos y tantos miles de detalles que vienen detrás de estar tratando de sincronizar «a pie» o «a mano» unas carpetas con otras (sumados a los riesgos derivados: perder archivos, borrar la versión más reciente de forma accidental, olvidar hacer el respaldo, reemplazar la versión nueva con la vieja por accidente…).
El segundo programa que ha pasado a ocupar un lugar preferido en mi lista es el Evernote. La aplicación en sí es casi modesta si la comparamos con DevonThink o incluso con NoteBook (de Circus Ponies); sin embargo, tiene unas características que la hacen invaluable: versiones tanto para Macintosh como para PC y sincronización indolora. Así las cosas, la ventaja del Evernote es que puedo instalarlo en dos computadoras de plataforma distinta, una Mac y una PC, por ejemplo, y también mediante una página web que sirve como punto intermedio, sincronizar ambas computadoras. Así, las notas y listas de pendientes que escribo en la computadora del trabajo están disponibles en mi computadora de la casa de manera inmediata, sin mayores traspasos ni pérdidas de tiempo en respaldos de ninguna clase, sin ningún esfuerzo adicional. Las puedo seguir modificando y alterando, actualizando y cumpliendo y, a la mañana siguiente, cuando regrese al trabajo, ahí estará toda la información actualizada, según la última versión de la noche anterior.
La tercera de estas aplicaciones bendecidas por la sincronización es Zotero. Aplicaciones como Sente, Bookends y Endnote son mucho más eficaces administradores bibliográficos, pero todas son aplicaciones de pago y, las dos primeras, solo existen para Macintosh. ¿Qué hacen los usuarios de PC y qué hacemos quienes solo podemos tener Mac en nuestra casa y no en el trabajo? Esta aplicación es un excelente «plan B», una ayuda para disponer de una herramienta de investigación que además se integra bien con Word y OpenOffice. Zotero, exactamente igual que las dos aplicaciones anteriores, puede sincronizar varias computadoras con la misma base de datos, gracias a la intermediación de un sitio de almacenamiento en línea, también accesible como página web.
Estos tres programas son gratuitos y proporcionan una cantidad básica de espacio de almacenamiento en la red también gratuito. Si el usuario siente que el espacio es muy poco, puede optar por un plan de pago para ampliar la capacidad de almacenamiento.
Así, en síntesis, la capacidad de sincronización, la posibilidad de sincronizar varias computadoras (tantas como queramos), ya sean Macintosh o PC, y el hecho de ser aplicaciones gratuitas, hace que estas sean tres herramientas invaluables que pueden transformar la manera de utilizar la red para quienes piensan que internet es solamente navegar y enviar correos electrónicos.
viernes, 12 de marzo de 2010
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