lunes, 29 de noviembre de 2010

APA: la sexta edición ya está disponible en español

La sexta edición del manual de la APA (American Psychological Association [Asociación Norteamericana de Psicología]) está disponible en español desde el pasado mes de octubre. El equipo de la editorial Manual Moderno se ha encargado de traducir esta nueva edición, manteniendo las pautas para las ediciones anteriores, también producidas por este equipo.

Hacer la traducción de una obra como estas supone un gran esfuerzo y la toma de muchas decisiones editoriales. El mérito es mayor, por cuanto se ha logrado cumplir esta meta a un año de la publicación de la obra en inglés. Por ese esfuerzo, mi felicitación al equipo.

Por otro lado, estas decisiones –siempre humanas– forzosamente implican adoptar criterios, vocablos y lineamientos que podrán complacer a unos lectores y no a otros. El señalamiento de estos puntos específicos, por cualquier argumento válido, no implica que la labor de traducción tenga menos mérito.

Durante las próximas semanas, en este blog publicaremos comentarios puntuales sobre algunas de las decisiones editoriales propuestas por el equipo de Manual Moderno que podrían someterse a revisión y consideración por parte de los usuarios. No obstante, esto no se hará en tono de crítica destructiva, sino de sana discusión académica sobre un producto que ha sido el resultado del esfuerzo y la toma de decisiones de un equipo. Sin esta traducción, el manual no sería accesible a tantas personas que, en América Latina, enfrentamos diariamente la decisión de nuestros entornos universitarios de utilizar el estilo APA.

¿Dónde comprarlo?

Para quienes tengan interés en adquirirlo y habiten fuera de México, pueden revisar el sitio web de la editorial Manual Moderno para buscar distribuidores en su país. Otra alternativa es comprarlo a través de Amazon. El precio de venta oscila entre 25 y 35 USD (Amazon lo cambia sin razón aparente, así que si va a adquirir el suyo, tenga paciencia: añada el manual a su lista de deseos o a su carrito, obsérvelo varios días y espere a que baje a 25 USD).

También están disponibles la Guía para el maestro y la Guía de entrenamiento para el estudiante, con ejercicios para aprender a aplicar el estilo APA, así como la Versión abreviada del manual, empastada en resorte para la consulta rápida de las reglas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La escritura por metas y los calendarios de producción

La cuantificación del libro en sus cifras constitutivas es un excelente método para abandonar el topus uranus del escritor y aterrizar en la vida real de los calendarios de producción editorial. Ya seamos autores o editores, este ejercicio de escritura por metas es un sano inicio para tener calendarios de producción realistas y ejecutables.


El libro en cifras
Un libro, visto como obra terminada, es un texto de una extensión considerable. Hay que verlo en páginas, palabras o caracteres. Hay que cuantificarlo para comprender cuál es su verdadero alcance en tanto objeto tangible, tocable, legible…

En el NaNoWriMo se propone la meta de escribir una novela/libro de 50 000 palabras, cuya extensión sería aproximadamente de 150 páginas.

Las metas diarias de escritura
Los participantes de NaNoWriMo formalmente inscritos disponen de una herramienta sencilla pero poderosa: las estadísticas. Diariamente se debe actualizar el conteo de palabras acumuladas hasta ese día.

Esta herramienta, por sencilla que parezca, le ayuda al escritor a aterrizar en la dura realidad de los plazos y las entregas. Si su libro tiene 50 000 palabras, está obligado a escribir 1667 palabras diarias. Si un día no lo hizo, al día siguiente la meta diaria se elevará.

En mi caso, por ejemplo, al día de hoy, debería escribir 2739 palabras al día, si quiero terminar mi libro el 30 de noviembre. Las estadísticas me lanzan la realidad a la cara: ya estoy retrasada en mi calendario de entregas. Mi promedio diario no ha alcanzado el mínimo requerido, así que la estadística –imparcial e inmisericorde– me dice en qué fecha terminaría mi libro, de seguir con este ritmo: 29 de diciembre.

La escritura en el calendario de producción del libro
En este hipotético calendario de producción, no existen todavía relectura, reescritura, evaluación editorial, correcciones sugeridas y su aprobación, maquetación o diagramación de la obra, corrección de pruebas (y sus respectivos cotejos) y tiempos de imprenta.

La mayoría de las editoriales reciben obras listas para iniciar su proceso de producción editorial, gracias a la labor de filtro y retroalimentación realizada por los agentes literarios.

El asunto se complica para las editoriales académicas que elaboran obras a partir de diseños de curso, según los lineamientos de una carrera o plan de estudios.

En estos casos, el editor del material deberá acompañar al autor en el proceso de levantamiento de obra gris. Son libros de 250 páginas, con ciertos recursos gráficos que los reducen a unas 100 000 palabras.

Si un autor dedicara un tiempo diario a lograr 1667 palabras escritas al día, podría terminar el primer borrador de la obra en 60 días (sin lectura de nadie: editor, especialista, asesores académicos). Es decir, se necesitarían dos meses como mínimo antes de que el texto esté preparado para comenzar su otra peregrinación: lecturas, revisiones, correcciones y producción editorial. Durante esos dos meses, el autor entregaría 11 669 palabras por semana.

Si la editorial quisiera que el libro se escriba más rápido, deberá darle metas claras a su autor: un libro de 100 000 palabras en un mes requiere de 3334 palabras diarias y 23 300 palabras semanales. ¿Tiene el autor el tiempo suficiente para lograr la meta? ¿Cuántas horas de escritura reales, sin dilaciones ni problemas de inspiración, necesita al día? ¿De qué manera compensará por los fines de semana, el cumpleaños de la abuelita o la fiesta de aniversario de la boda de su mejor amigo? ¿Comprende el autor, al firmar el contrato, las necesidades diarias de escritura de la obra para alcanzar las metas editoriales propuestas?

En síntesis: la dura realidad
La escritura es el primer paso en el camino hacia la obra publicada. Si las metas no son claras aquí, en esta fase del proceso, el resto del calendario se verá expuesto al fracaso y a las dilaciones interminables. Al autor le hará bien descomponer su obra en cifras y fijarse metas claras, según las capacidades reales de su vida (trabajo, familia, proyectos, compromisos, enfermedades, imprevistos…). Las metas son para cumplirlas. Las cifras, las estadísticas de nuestra escritura diaria serán implacables y nos dirán, con frialdad, cuándo estará lista la obra de nuestros sueños o la que nos hemos comprometido a entregar.

martes, 2 de noviembre de 2010

NaNoWriMo: mes maratónico de escritura de novelas

En el mes de julio de 1999, 21 escritores novatos se reunieron en la bahía de San Francisco para escribir, cada uno, una novela en el periodo récord de un mes. Era una sana competencia. No importaba la calidad de la novela, solamente si serían capaces de forzarse a escribir lo suficiente para alcanzar la cifra soñada de 50 000 palabras escritas en 30 días.

Al año siguiente decidieron abrir un sitio web y trasladar el evento al mes de noviembre; mes, por su clima, más propicio para encerrarse a trabajar. El evento ya tenía nombre: National Novel Writing Month (Mes Nacional de Escritura de Novela), también conocido por su nombre abreviado NaNoWriMo.

En el 2008, la maratónica de escritura reunió a 119 301 participantes y 21 683 ganadores. El evento ya tiene participantes de todo el mundo y muchos escritores se preparan durante meses para iniciar, el 1 de noviembre, esta frenética maratónica de palabras.

Las reglas son sencillas: se debe arrancar de cero, aunque se permite utilizar esquemas, planeamientos previos e investigación; la obra debe ser original; el género es novela, según cualquier propuesta creativa que caiga dentro de la descripción de una ficción narrativa de cierta extensión.

En el sitio web hay instrucciones precisas para inscribirse, ya traducidas a varios idiomas, incluido el español.

La iniciativa de una maratónica de escritura es una idea fabulosa. Es obligarse a escribir. Ya vendrá el tiempo de la lectura, corrección y reescritura. Pero para llegar hasta ese punto, es necesario tener alguna materia prima, algún punto de dónde arrancar, alguna historia para narrar.

Usted puede unirse a esta idea de forzarse a escribir, aunque no se inscriba en el sitio web, aunque no escriba una novela (¿qué tal sería el mes nacional de escritura de tesis? Algunos estudiantes tardarían menos años en graduarse si lo hicieran así). Pero si es usted escritor y tiene por ahí una novela casi lista para ser vertida sobre el papel, ¡atrévase! Aunque no llegue a escribir 50 000 palabras, sin duda descubrirá los beneficios de crear un hábito diario de esforzarse por hacer que sus palabras soñadas abandonen su plácido lugar en el topus uranos de las enunciaciones jamás realizadas y, por fin, sean visibles, así sea en papel o bitios.


Scrivener 2.0 para Mac ya está aquí

A partir de la tarde de ayer, Scrivener estrena imagen. El sitio web ha sido rediseñado para mostrar el Scrivener 2, la nueva versión de este programa que no tiene nada de modesto.

Apenas estoy comenzando a navegar entre sus nuevas funciones, pero ya estoy pasándola en grande. El binder o zona de trabajo tiene mejoras para acercarlo más a la mente del escritor: ahora es posible asignarles iconos a las carpetas y se ha añadido una función interesante: las colecciones. Se pueden crear grupos de archivos (por ejemplo, identificar todas las escenas de un determinado personaje) y verlos como grupos separados.

Me encanta la función de referencia rápida (quick reference) porque despliega una ventana flotante con acceso rápido a cualquier documento. Sumado a la ya existente función de dividir pantalla y a las mejoradas capacidades para guardar metadatos de cada archivo (anotaciones, palabras clave, fotografías…), esto hace más versátil el trabajo y la comparación entre documentos, ya sean notas u otras escenas, y el texto que se esté escribiendo en ese momento.

Las capacidades de sincronización y respaldo de Scrivener 2 también son superiores. Con Dropbox y el iPad en mente, hay varias alternativas para tener acceso a un proyecto desde un aparato móvil o desde otra computadora. Los respaldos hechos a carpetas de Dropbox prometen ser más estables que antes. La capacidad de sincronización con carpetas externas se suma a las funciones –como el snapshot– pensadas en escritores paranoicos que no desean perder una sola línea de trabajo.

Queda todavía mucho por explorar en este programa, pero ya tendré ocasión de ir compartiendo mis hallazgos. Por ahora, quede usted en libertad de hacer la prueba por cuenta propia. Diviértase encontrando maneras creativas de aplicar las funciones de un programa diseñado para escribir, no solo para transcribir.