El nombre mayúscula es fácilmente reconocible por cualquier persona alfabetizada. Nos lo enseñan en la escuela, cuando aprendemos a escribir trazos en minúsculas y mayúsculas. Y esa es la última formación académica que tenemos al respecto de las variantes gráficas de nuestro alfabeto. No más nomenclaturas, hasta que entramos al mundo editorial (o al procesador de texto) y encontramos versales y versalitas.
Y aún cuando ya el nombre versalita ha comenzado a difundirse (correctamente utilizado en OpenOffice; incorrectamente, en Word), hay quienes no saben la definición de alguna y la diferencia entre ambas.
La versal es otro nombre para nuestra consabida mayúscula. Su nombre, aclara José Martínez de Sousa en si Diccionario de bibliología y ciencias afines, «deriva de la mayúscula con que antiguamente se iniciaba cada uno de los versos de una poesía, aunque ortográficamente no le correspondiera».
La versalita es una letra con el trazo de la mayúscula pero cuya altura es equivalente a la de una letra minúscula; o dicho de manera sencilla, es una «mayúscula pequeñita». Si bien esta es su definición más precisa, los tipógrafos deben diseñarlas con base en su efecto óptico; por lo tanto, su tamaño no será nunca milimétricamente idéntico al de una versal.
Programas de diseño de libros, como Adobe InDesign y Scribus (de código abierto y gratuito), incluso permiten modificar el porcentaje de reducción de la versal para producir el efecto de versalita. Los procesadores de texto, como Microsoft Word y OpenOffice no tienen esta función. José Martínez de Sousa aclara, en su Manual de la Lengua Española, tercera edición, que la versalita obtenida por medio de la reducción porcentual de la letra versal es conocida bajo la denominación de seudoversalita o versalita falsa, «ya que la versalita verdadera es de trazo independiente y mantiene el grosor de sus astas sensiblemente igual que el de la mayúscula correspondiente» (2007: 206).
Cuando la versalita tiene, métricamente, la misma altura que la minúscula, se produce un efecto óptico de «encogimiento», como si fuese más pequeña. Es lo que ocurre con la versalita (o seudoversalita) del OpenOffice. Las funciones del InDesign y el Scribus ayudan a compensar este problema.
Un auténtico diseñador de tipografías va más lejos: diseña los trazos de la minúscula para equilibrar las distancias y angulaciones de las letras de manera tal que se garantice la legibilidad del trazo versal en su altura de versalita.
Una vez resuelto el concepto, queda otra pregunta: ¿cómo se aplican las versalitas en el procesador de texto? Este es un detalle del que nadie habla, se da por un hecho que el usuario podrá descubrirlo por sí mismo, una vez que ha identificado la casilla de «versalita» y la ha activado: la palabra debe estar escrita en minúscula para que la función de versalita surta efecto. Por lo tanto, si se quiere escribir «siglo XX» y poner el «XX» en versalita, es indispensable escribir dos «xx» minúsculas y, después, activar la función tipográfica de «versalita». Así será visible la «mayúscula pequeñita» dentro de nuestro texto.
viernes, 29 de enero de 2010
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La verdad me ha fascinado tu explicación, sin embargo, tengo que molestarte con una pregunta quizás absurda; ¿dónde se encuentra la función "versalita"?
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. La pregunta no es tonta, muchas personas lo usan la función porque no saben dónde encontrarla. En versiones viejas de Word la forma segura es ir al menú Formato: Fuente: versalita (es uno de los efectos de la fuente). En el Word 2007, hay que solicitar la misma caja de diálogo de formato de fuente, en la primera pestaña. Otros programas sitúan la función en otro lugar, pero, usualmente, están agrupados junto a otros efectos de la fuente, como negrita e itálica. El botón tiene usualmente tiene las letras ABC, pero más grande la A que las BC, para indicar que esa es la versalita y no el "all caps" (todo mayúscula).
ResponderEliminarMuchas gracias!!! De verdad te agradezco que te tomes el tiempo en contestar mi duda.
ResponderEliminarsi, super buena tu explicación, se agradece de corazón. me costó mucho encontrar la famosa tecla versales. mil gracias por el aporte.
ResponderEliminarMuchas gracias por la explicacion. Nunca nos acosteremos sin saber algo nuevo.
ResponderEliminarDe nada. Es un placer :).
ResponderEliminarRespondo con mi opinión, porque no recuerdo haber visto otro autor que trate el problema. No creo recordar un caso de versalita combinada con números. Lo que sí había visto eran siglas que alternan mayúsculas y minúsculas. En estos casos, el editor deberá aplicar tanto su sentido común, como su sentido estético. Si los números se ven muy grandes, a lo mejor sería recomendable bajarles el tamaño a los números, para hacerlos coincidir. En el caso de las siglas mixtas, depende del caso. Por ejemplo, en Costa Rica existe AyA (Acueductos y Alcantarillados). En este caso particular, prefiero alternar mayúsculas y minúsculas, porque la versalita no resulta ni elegante, ni legible.
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