martes, 19 de enero de 2010

Razones para no casarse con un/a corrector/a


Esta joyita me la hizo llegar, a través del correo electrónico, mi amiga editora Liz, de México, de un autor/a? anónimo/a?. Un poco de humor no sobra jamás.

Es obsesivo/a-compulsivo/a y necio/a hasta el hartazgo (el tuyo).

Quiere trabajar en todas las editoriales del país porque solo así se publicarían libros, revistas, periódicos y sitios de internet escritos en correcto español.

Es tu único contacto en MSN que usa mayúsculas y acentos, jamás usa contracciones, no sabe qué es un emoticón e invariablemente te corrige cuando escribes algo mal.

Si por casualidad dices algo mal, supongamos “mas sin embargo”, inmediatamente te mira con algo muy parecido al desprecio.

Dos terceras partes del día las pasa de mal humor y gruñendo porque un autor no sabe usar acentos diacríticos; una fracción la gruñe durante el sueño.

Le tiene más fe al diccionario de la Real Academia Española que a ti.

Sabe que existen el Diccionario Panhispánico de Dudas, el Corpus de Referencia del Español Actual y el Corpus Diacrónico del Español, pero no sabe cuándo es tu cumpleaños.

Posiblemente padece esquizofrenia o sencillamente no tiene gusto literario, pues lo mismo lee panfletos publicitarios que reportes técnicos y artículos científicos.

Sabe qué es un sufijo y un objeto circunstancial de lugar, pero jamás sabrá explicarte para qué sirven.

Es más arrogante que necio/a (y esas son palabras mayores).

Cuando te manda mensajes por el celular, a veces necesita tres porque insiste (decíamos que son necios/as) en escribir TODAS las palabras con TODAS sus letras.

Enviarte un simple correo le toma un tiempo absurdo: si no lo lee por lo menos tres veces (una lectura de originales, otra de primeras pruebas y la de pruebas finas), no está satisfecho.

Antes de haber ordenado siquiera en el restaurante, la carta habrá sido víctima suya.

No hay aplicación de Facebook a la que no le ponga reparo o artículo de Wikipedia que no anote en su lista de pendientes.

Vive en un estado de paranoia sostenida e invariablemente piensa que se le pasaron varios errores en los textos que entrega.

1 comentario:

  1. Ja,ja,ja,ja,ja (iba a poner jajajajaja pero es incorrecto) :-)))

    Soy correctora pero de vez en cuando me gusta usar emoticones. Lo demás, lo suscribo todo. Qué joyita tan divertida... :-D

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