Tiene las siguientes ventajas, nada despreciables:
- Un manejo bastante adecuado de los campos bibliográficos. Por ejemplo, es posible indicar que un «autor» es en realidad un «editor» o «coordinador» y el programa creará la entrada bibliográfica correctamente con ese dato; y añadir un traductor. Sin embargo, no contempla la inclusión del año original de publicación, necesario en obras clásicas, de más de un siglo y en traducciones (cosa que sí se puede hacer en Sente).
- Creación de entradas aunque no se disponga de página web o PDF, solamente llenando los campos de información.
- Capacidad para adjuntar archivos PDF.
- Captura de páginas web, con la creación automática de los metadatos respectivos. Aún así, conviene siempre revisar la información recopilada, porque puede llevar errores de diversa índole: ortografía, adjudicación de campos, etcétera.
- Integración, por medio de un plug-in o extensión, con Word y OpenOffice; y con drag and drop a cualquier aplicación abierta (aunque cuando la referencia se pasa así, hay limitaciones de formato).
- Multiplataforma. Es, en realidad, una extensión del Firefox, por lo cual puede utilizarse indistintamente en Mac, Windows y Linux.
- Sincronización. Si el usuario crea una cuenta en el sitio web de Zotero, podrá sincronizar cuantas computadoras quiera con la misma base de datos, aun si una de estas corre Windows y la otra es una Mac o tiene sistema Linux.
- Bibliotecas compartidas. Es posible crear colecciones públicas, ya sea total o parcialmente abiertas, o visibles solo por invitación. Esta es una herramienta útil para trabajar en colaboración con otras personas o miembros de un equipo.
- Reconoce archivos en formato BibTex y otros formatos de bases de datos bibliográficos, con lo que podemos importar nuestras bibliotecas ya creadas en otros programas, por ejemplo, para compartirlas o tenerlas disponibles fuera de la computadora de la casa.
Cuando la instalación ha sido exitosa, en el procesador de textos aparecerá una barra de herramientas con varios botones directamente vinculados a Zotero: insertar referencia, insertar bibliografía, modificar bibliografía, etcétera. Así, cuando uno quiere insertar una referencia, pulsa el botón respectivo. Una ventana de diálogo nos lleva de inmediato a Zotero para elegir la fuente; ahí podremos incluso indicar el número de página, en caso de tenerlo. Una vez aprobado todo, inserta la referencia, entre paréntesis, según el formato seleccionado. Para crear la lista de referencias, se pulsa el botón de insertar bibliografía y automáticamente, en tiempo real, van apareciendo las fuentes completas conforme las referencias se van insertando en el documento.
Así, de una manera muy sencilla, se va logrando un texto listo para publicación, siempre y cuando la base de datos esté completa, haya sido correctamente digitada e incluya todos los datos pertinentes. En el sitio web de Zotero prometen que es incluso saltar de un estilo bibliográfico a otro durante el proceso de escritura además, desde luego, de poder elegir entre modelos bibliográficos diversos, al menos los más utilizados.
Entre sus desventajas encontramos que nos obliga forzosamente a trabajar con Word u OpenOffice, programas que algunos escritores ya hemos dejado atrás.
No obstante, si su flujo de trabajo debe realizarse forzosamente con los procesadores de texto tradicionales, en plataforma Windows o dependiendo íntegramente de software libre, definitivamente Zotero es su mejor opción.
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