miércoles, 5 de enero de 2011

Tú, vos, usted…

En nuestro universo de habla hispana, los hablantes de cada país tienen su manera de dirigirse al otro, a su interlocutor, a la persona con quien hablan.

En Costa Rica, la gente habla sobre todo de usted, especialmente al referirse a desconocidos o personas mayores a uno. Se entiende como una señal de respeto y marca una distancia cuando no media suficiente confianza entre las personas. Por otro lado, la forma coloquial por excelencia para referirse a un par, amigo o persona menor que uno es el vos, en singular (para segunda persona plural se emplea sin excepción el ustedes, no el vosotros). Así, el voseo y el ustedeo se alternan y comparten el espacio de la comunicación diaria.

Aunque aquí hayamos reducido el fenómeno en extremo para su explicación, las relaciones sociales que se expresan a través de la alternancia entre vos y usted no son sencillas y producen una divagación constante. Un hablante costarricense puede comenzar hablando de vos para terminar hablando de usted, pero conjugando los verbos en (el tú que se escucha en la televisión, que aparece en todos los manuales de conjugaciones verbales y en todas las traducciones de libros hechas en España y México; el tú, en fin, que nos viene artificialmente desde fuera y se filtra en nuestra vida cotidiana hasta no saber cómo hablamos los ticos). Lo que es peor, esta divagación en el habla se traslada a la escritura, en donde el hablante –ahora escribiente– no sabe qué hacer: ¿trata de acercarse a su lector mediante una fórmula amigable, cercana, que rompa barreras; o mantiene la distancia, el respeto, la dignidad?

Con mucha frecuencia se mezclan las dos intenciones de comunicación y hasta en los mensajes más cortos el texto puede comenzar en un vos –a menudo conjugado como tú– y un usted, indispensable para mantener la distancia, la autoridad y el respeto. Aporto aquí un ejemplo tomado de una iglesia costarricense, en donde este fenómeno se ve claramente en unas poquísimas palabras, apenas un párrafo.


La difusión de internet, con el aumento de la comunicación escrita a través de foros y chats, también crea problemas existenciales: ¿cómo se escribe en un chat o en un foro? Basta andar en foros extranjeros para darse cuenta lo usual y frecuente que es el tú; y un tico, en territorios extranjeros, se adapta con facilidad. Pero los costarricenses, cuando se encuentran en un círculo cerrado, por ejemplo un curso en línea, prefieren el usted y siguen prefiriendo el usted por encima del tú o el vos, particularmente si son adultos. Al menos así ocurrió en el último curso en línea que tomé en Costa Rica, en donde adrede y con alevosía, lancé la pregunta e hice una pequeña encuesta. Había incluso reacciones adversas ante la idea de usar “vos” y ni una sola persona estuvo dispuesta a usar “tú”; no cuando se le preguntaba conscientemente.

Desde luego, este tipo de mezclas, curiosas e interesantes como son en un contexto cultural y en tanto objeto de estudio, se vuelven inadmisibles si cambiamos el contexto: si estamos escribiendo un libro en donde sea indispensable interpelar al lector directamente, es necesario elegir un solo estilo (tú, vos, usted) y ser consecuentes. Este es uno de los puntos que pueden llegar a ser polémicos en el día a día de la edición.


¿En dónde se necesita el “tú/vos/usted” en la edición de libros?
Lo primero que viene a la mente son los diálogos: ya sea en textos literarios o en recreaciones fabuladas en donde haya personajes, siempre que unos se dirijan a otros habrá necesidad de decir “tú” o “vos”. Aquí, claro está, la corrección dependerá de la intencionalidad, usos y funciones del texto. Conviene preguntarse si es necesario mantener la unidad o queremos, por el contrario, emplear estas marcas lingüísticas como una estrategia para mostrar la psicología o la cultura del personaje. En obra literaria, el corrector deberá hablar siempre con el autor y llegar a un acuerdo.

Pero hay otro tipo de obras en donde el tú/vos/usted puede ser útil: el ensayo en donde el autor quiere involucrar al lector; o, en el texto didáctico, puntos diversos en donde se desee crear zonas de encuentro entre el autor/docente y el lector/estudiante. En particular, una de las zonas en donde más frecuentemente se necesita interpelar al lector es en las instrucciones y ejercicios que sirven como guía para realizar actividades, recrear experimentos y hacer lectura interpretativa dirigida.


¿Usted, tú o vos en las instrucciones de texto didáctico?
Estamos muy acostumbrados a leer textos extranjeros redactados en tú. Es más fácil de conjugar, las formas son claramente distinguibles, los verbos dan la apariencia de tener faltas de ortografía… Por eso, alguna editorial costarricense que edita libros para niños costarricenses ha dicho “escribamos en tú, porque es más fácil de escribir y corregir”. Esta es una decisión arbitraria que no se basa en ningún estudio científico de los hablantes, ni siquiera en una sencilla investigación de mercado. Es una decisión tomada a puertas cerradas, sin tomar en cuenta al lector.

Otras editoriales didácticas, como la Universidad Estatal a Distancia (Uned, aclaro que de Costa Rica, no la de España), han seguido una larga tradición de uso del usted en las obras didácticas. Los textos son escritos para adultos dispersos en todo el país. Si bien es cierto que, sobre todo por influencia de la televisión, algunos grupos de hablantes jóvenes pueden emplear el en círculos urbanos, todavía en los pueblos y zonas alejadas del país el usted y el vos son la norma. Y el vos es algo que un tico solo le permite a un amigo, a un familiar, a sus padres o a su pareja; cualquier otra persona que se atreva a dirigirse a él en vos (y menos en ) es un irrespetuoso o un extranjero. Por lo tanto, se comprende por qué el uso del usted sigue siendo el más adecuado para estos textos. El vos debería reservarse únicamente para diálogos entre personajes, alguna que otra exposición de casos y textos especiales que lo ameriten, pero no para dirigirse al lector.


En síntesis
En lo personal, abogo por una edición que tome en cuenta los rasgos lingüísticos del lector, sin que esto obligue a una escritura estrictamente coloquial (la norma y la corrección también son necesarias en las publicaciones escritas). Por lo tanto, antes de tomar una decisión editorial de este calibre, conviene preguntarse a qué público va dirigida la obra (niños, adolescentes, adultos), en qué zona geográfica se desempeñan (ciudad, campo) y cómo hablan entre ellos. Y una vez respondido esto, habrá que decidir por qué se necesita el tú/vos/usted y cuáles son sus funciones dentro del texto. Solo después de esto, se podrá tomar una decisión y, una vez tomada, aplicarla con uniformidad y consistencia.

Así, y por si tenía alguna duda, en este blog usamos el usted.

1 comentario:

  1. Hola.

    Al leer la entrada veo una forma neutral, pero me parece haber mas el "nosotros", que el "usted". Considero que es otra manera de tratar al lector y acompañarlo, guiarlo, dar cierta confianza sin tener que tutear o tratar de usted.

    Por ejemplo, en el párrafo nueve, está escrito "Estamos muy acostumbrados...". Si se intentara que todo el texto sea en "usted" (como dice usar en el blog), no hubiera sido "Está muy acostumbrado..." o "Estará muy acostumbrado..."; dudas que me surgen.

    En resumen a parte del tú/vos/usted, considero está el nosotros. Además si consideramos las formas en utilizar cada uno, esto aumenta las maneras de escribirlo.

    Un simple comentario, lo peor que llevo es la gramática y ortografía. Por ello he llegado aquí, buscando el como tratar al lector.

    Saludos.

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